miércoles, 6 de abril de 2016

FUTURO INMEDIATO. IMPRESIÓN 3D

Futuro inmediato. Impresión 3D



Surgida hace ya más de dos décadas y calificada como ‘tercera revolución industrial’, aunque es todavía relativamente incipiente y no conocemos aún el alcance y magnitud de los cambios que se adivinan, la impresión 3D es claramente un movimiento imparable que ya tiene peso en la economía y que irá a más según se perfeccione y abarate.
Es una tecnología que no necesita de complejas infraestructuras y pone el poder de la manufactura en manos de la gente, lo que implica un importante cambio que va a afectar a nuestro modo de producir y consumir, de relacionarnos con los objetos; un cambio que tendrá consecuencias para la economía, que plantea cuestiones sobre la propiedad intelectual y la falsificación, sobre las relaciones laborales, sobre el papel del diseñador y el del consumidor, sobre la cantidad de mercancía a producir, sobre el transporte de la misma alrededor del globo, sobre el tipo de materiales a usar, la personalización de los productos, etc.
Se abre una pequeña ventana a un vasto campo de productos y posibilidades, que abarca ya casi todos los aspectos de la vida: desde comida a órganos humanos, de ladrillos a piezas de vidrio o de cemento, de componentes metálicos para construcción a muebles, desde cerámicas a prótesis o a escayolas, desde joyas a vestidos, de juguetes a  gafas y bolígrafos, desde casas a lámparas y suelas de zapato.
Entre otros: piezas de mobiliario y objetos, -sillas, lámparas, jarrones, vajillas–, producidas en diferentes materiales como cerámica, vidrio, nylon, e incluso arena del desierto; zapatillas de deporte, juguetes, gafas y joyas.

La estética y el uso

Cuando se empezaron a vender impresoras 3D hace unos años, estas parecían extraños artilugios de estética maker, llenos de cables y placas de circuitos con todo al aire, que parecían salidos de una película de ciencia ficción. Eso ha sido así hasta hace un par de años, cuando el pretendido asalto a los hogares hizo que los fabricantes empezasen a cuidar mucho más su estética. Para 2016 posiblemente se veren más avances en este sentido, es decir, fabricantes que se alejan de la estética maker y se vuelcan en diseños atractivos para el gran público.
Por otro lado, el uso sigue siendo una cuestión espinosa. Las impresoras requieren cierto mantenimiento, y en ocasiones, más de las que nos gustaría, reparaciones. Muchos usuarios quieren que su impresora 3d funcione con la fiabilidad de un microondas, y aunque hemos avanzado mucho, aún no hemos llegado a ese punto. Quien compra una impresora 3d tiene que estar dispuesto a aprender ciertas operaciones de mantenimiento y reparación que tarde o temprano tendrá que afrontar.
La buena noticia es que desde hace un par de años, las impresoras que están llegando al mercado presentan un nivel de fiabilidad muy superior a sus predecesoras, y eso se está notando en el perfil del comprador, que poco a poco se atreve con la impresión 3d sin tener conocimientos de electrónica, algo casi impensable hace tres años.

http://diariodesign.com/

http://diariodesign.com/2015/06/la-impresion-3d-es-el-presente-una-herramienta-sofisticada-y-profesional/

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